José de Espronceda:
(Almendralejo, España, 1808 - Madrid, 1842) Poeta español. Hijo de una
familia hidalga de fuerte raigambre militar, estudió con Alberto Lista,
de quien se convirtió en aventajado discípulo. Desde muy joven se sintió
atraído por la literatura y por la actividad política, aficiones ambas
que definirían su carrera futura. En 1823, y a raíz de la ejecución del
general Riego, fundó, junto a Patricio de la Escosura, una sociedad
secreta en pro de la libertad cuyos jóvenes miembros se hacían llamar
los Numantinos. La represión política que siguió al trienio liberal
motivó su encierro en un convento de Guadalajara, donde emprendió la
redacción de Don Pelayo, poema épico de corte neoclásico que dejó inacabado.
Tras recobrar la libertad, regresó a Madrid, pero los
acontecimientos políticos del país lo impulsaron a marchar al
extranjero. Partió hacia Gibraltar, y de allí pasó a Lisboa, de donde
fue expulsado, por lo que hubo de refugiarse en Londres, por aquel
entonces punto de reunión de los liberales españoles, en cuyas reuniones
participó. En Londres conoció a Teresa Mancha, con quien mantuvo una
accidentada relación sentimental. Informado de los acontecimientos
revolucionarios que se producían en julio de 1830 en París, allí acudió
para participar y, poco después, formó parte de la frustrada expedición
liberal del coronel Chapalangarra que intentó entrar en España.
Durante
su ausencia de Londres, su antigua amante, Teresa, había contraído
matrimonio con un comerciante, por lo que ambos decidieron fugarse
juntos. Tras otra breve estancia en París, en 1833 regresaron a España,
donde Espronceda ingresó en el cuerpo de la Guardia Real. Sus
inquietudes políticas, sin embargo, le valieron un destierro en Cuéllar,
en 1834, y posteriormente el traslado a Badajoz. También debió
esconderse tras la llegada al poder de Toreno, contra cuyo gobierno se
rebeló.
Durante sus breves etapas en Madrid, participó activamente en la vida
literaria de la capital y a pesar de sus frecuentes encarcelamientos y
destierros pudo escribir sus primeras obras. El contacto con la poesía
romántica europea (Byron, Scott) influyó en él poderosamente y orientó
su propia producción poética hacia un romanticismo exaltado, pletórico
de ritmo, color y fantasía. En 1834 publicó Sancho Saldaña, una novela histórica, y por las mismas fechas escribió varias comedias y el drama histórico Blanca de Borbón, editado póstumamente.
El reconocimiento público, sin embargo, le llegó gracias
a su producción lírica, publicada a partir de entonces en varios
diarios y revistas. La aparición de su ambicioso poema titulado El estudiante de Salamanca
en el periódico El Español (1836) supuso su primer gran éxito;
revisitación del mito literario de don Juan, el héroe se tiñe en esta
versión de caracteres románticos y se enfrenta a la sociedad y a Dios
desde una postura de abierta rebeldía. El diablo mundo, el
segundo de sus grandes poemas, constituye una visión épica y moral de la
España de su tiempo, que trasciende a epopeya de la humanidad entera.
En paralelo, incrementó su actividad política, en especial tras la publicación del opúsculo El ministerio Mendizábal
(1836), en el que incluía ideas de Saint-Simon. Por aquellas fechas, la
relación con Teresa era ya insostenible y ésta le abandonó, lo que lo
sumió en una fuerte depresión. Posteriormente mantuvo relaciones con
Carmen de Osorio y con Bernarda de Beruete.
En septiembre de 1840, la victoria liberal y la posterior regencia de
Espartero le permitieron dar el salto a la primera fila de la palestra
política española: elegido diputado a Cortes por Almería, luego fue
nombrado secretario de la legación española en La Haya. A su muerte,
acontecida súbitamente en 1842, era considerado el mejor poeta español
del momento, amén de un político de prometedora trayectoria. Ello motivó
que su entierro, en el que se dieron escenas de hondo dolor popular,
fuera uno de los actos más multitudinarios de la época.
Los libros de este autor que tengo en mi biblioteca son:
A Jarifa en una orgía
A la muerte de Torrijos y sus compañeros
A XXX dedicándole estas poesías
Amor venga sus agravios
Blanca de Borbón
Canción del pirata
El diablo mundo
El estudiante de Salamanca
El Pelayo
El sol
La pata de palo
Ni el tío ni el sobrino
Poesías
Sancho Saldaña o el castellano de Cuellar
A la muerte de Torrijos y sus compañeros
A XXX dedicándole estas poesías
Amor venga sus agravios
Blanca de Borbón
Canción del pirata
El diablo mundo
El estudiante de Salamanca
El Pelayo
El sol
La pata de palo
Ni el tío ni el sobrino
Poesías
Sancho Saldaña o el castellano de Cuellar
Para cualquier consulta podéis hacerla en mi correo electrónico: jortanav2@gmail.com
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